Himno 248 | Que mi vida entera esté | Himnario Adventista

248. QUE MI VIDA ENTERA ESTÉ

1. Que mi vida entera esté

consagrada a ti, Señor;
que a mis manos pueda guiar
el impulso de tu amor.

Coro
Lávame en la sangre del Señor,
límpiame de toda mi maldad;
ríndote mi vida; hazla pues, Señor,
tuya por la eternidad.

2. Que mis labios, al hablar,
hablen solo de tu amor;
que mis bienes ocultar
no los pueda a ti, Señor.

3. Que mi tiempo todo esté
consagrado a tu loor,
y mi mente y su poder
pueda emplearlos en tu honor.

4. Toma, oh Dios, mi voluntad,
y hazla tuya, nada más,
y este pobre corazón;
y tu trono en él tendrás.



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