Amenazados de muerte, 9 de julio
Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la
casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Ester 4:14.
Están por producirse en el mundo acontecimientos extraordinarios. El fin de todas las cosas está cerca. El tiempo de prueba está
a punto de sobrecoger al pueblo de Dios. Entonces se promulgará el decreto que prohibirá comprar o vender a quienes guarden el día
del Señor, y los amenazará con castigos y aun con la muerte en el caso de que no observen el primer día de la semana como día de
reposo.—The Review and Herald, 19 de noviembre de 1908.
El decreto que ha de proclamarse contra el pueblo de Dios será muy similar al que promulgó Asuero contra los judíos en el
tiempo de Ester… Satanás [205] inspiró el plan, a fin de librar la tierra de aquellos que preservaban el conocimiento del Dios verdadero.
Pero sus maquinaciones fueron desvirtuadas por un poder contrario que reina entre los hijos de los hombres… El mundo protestante
de hoy ve en el pequeño grupo que guarda el sábado un Mardoqueo a la puerta. Su carácter y su conducta, que expresan reverencia
por la ley de Dios, son una reprensión constante para los que han desechado el temor de Jehová y están pisoteando su sábado; de
alguna manera hay que deshacerse del molesto intruso.
La misma mente magistral que maquinó contra los fieles en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos que
temen a Dios y obedecen su ley. Satanás excitará indignación contra la humilde minoría que concienzudamente se niega a aceptar las
costumbres y tradiciones populares. Hombres de posición y reputación se unirán con los inicuos y los viles para maquinar contra el
pueblo de Dios… No teniendo un “Así dicen las Escrituras”, para presentarlo contra los defensores del sábado bíblico, recurrirán a
leyes opresivas para suplir la falta… Sobre este campo de batalla se produce la última gran batalla del conflicto entre la verdad y el
error. Y no se nos deja en duda en cuanto al resultado. Ahora, como en los días de Mardoqueo, el Señor vindicará su verdad y a su
pueblo.—Joyas de los Testimonios 2:149, 150.
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