12/25 | Millones engañados por un mito | Estudios: NUEVO AMANECER
Estimado amigo en esta serie vamos a estudiar un tema que Ya hemos ido enseñando en estas series explicamos bíblicamente que Dios nos ha dado un día especial cada semana: el sábado, en el cual lo adoramos y recordamos su obra como Creador.
Aprendimos que el sábado de reposo no es simplemente cualquier día, sino el séptimo día de la semana. Y estudiamos también que el sábado seguirá observándose cuando este mundo termine y estemos en el cielo con nuestro Creador.
Pero al mirar a nuestro alrededor, encontramos que muchas personas; de hecho, la mayoría de ellas, no adoran a Dios en el séptimo día. Varias s ni siquiera adoran al Dios de la Biblia, sino a otros dioses.
Pero de entre aquellos que adoran al Dios de la Biblia, la mayoría lo adora en un día diferente a aquel que él apartó como su santo día.
¿Cuál es la razón?
¿Cambió Dios su día?
¿Lo cambió alguien más?
¿Por qué en vez de guardar el séptimo día sábado, tantas personas guardan otro día, como por ejemplo, el domingo, como el día de Dios?
Hemos aprendido que la Biblia dice que en su ley Dios nos dio a todos en esta tierra una señal muy especial: “También les di mis sábados para que fueran una señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová, el que los santifico…” Ezequiel 20:12, 20.
De principio a fin, el testimonio de la Biblia es que Dios ha establecido un día de reposo y que ese día es el sábado, séptimo día de la semana.
En ningún lugar de la Biblia indica Dios que ha cambiado ese día de adoración y descanso, esa señal entre él y su pueblo.
Cuando Dios escribió su ley en el monte Sinaí, puso el mandamiento del sábado en el centro mismo de esos mandamientos. La razón que da por pedirle al hombre que guarde el séptimo día, es que creó la tierra en seis días y reposó el séptimo día.
A través de Moisés, Dios le dijo a la gente que no le quitara ni le añadiera nada a sus mandamientos.
“No añadáis a las palabras que yo os mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os mando”. Deuteronomio 4:2.
Jesús mismo mostró esa determinación de exaltar la ley de Dios que había dado en el Sinaí.
En el Sermón del Monte le dijo a la gente que no había venido a quitar la ley, sino a cumplirla.
Note sus palabras: “No penséis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir”. De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido”. “Por lo tanto, cualquiera que quebranta el más pequeño de estos mandamientos y así enseña a los hombres, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos…” Mateo 5:17-19.
Los judíos ortodoxos han adorado en el séptimo día desde tiempos del Éxodo, más de 3,500 años atrás. Dondequiera que se encuentren en el mundo, todavía reconocen al sábado, séptimo día de la semana, como el día que Dios apartó para su adoración.
Aun cuando la Biblia fuese nuestra única fuente de información, todavía podríamos ser capaces de determinar cuál es ese séptimo día o sábado.
La mayor parte del mundo cristiano celebra lo que se conoce como viernes santo, en memoria de la muerte de Cristo.
Luego celebra el domingo de resurrección en memoria de la resurrección de Cristo.
La Biblia dice que el día intermedio es el sábado, “conforme al mandamiento”.
Ninguno de los autores del Nuevo Testamento habla de ningún cambio del día de reposo.
Hubiera sido el tema más importante en cada libro del Nuevo Testamento si tal cambio hubiera ocurrido.
Dios dijo: “No…Cambiaré lo que ha salido de mis labios”.
Salmos 89:34.
¡Dios no ha cambiado su ley y nadie tiene derecho de alterarla!
Eruditos de los diferentes grupos observadores del domingo lo reconocen.
El cardenal católico James Gibbons, escribió hace un tiempo:
“Puede usted leer la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis y no encontrará una sola línea que autorice la santificación del domingo.
Las Escrituras exigen la observancia religiosa del sábado”.
-The Faith of Our Fathers [La fe de nuestros padres], pp. 111, 112.
Sócrates Escolástico, un historiador del siglo V, escribió:
“Casi todas las iglesias del mundo celebran los sagrados misterios [Santa Cena] el sábado de cada semana.
Hay muchas personas de diferentes religiones que siguen la tradición católica del cambio del sábado por el domingo excusándose que todo el mundo guarda e primer día de la semana, pero apreciado amigo, Dios tiene un pueblo especial que guarda los Diez Mandamientos y guarda el día séptimo para consagrarlo a Jesús.
Por un lado tenemos el sábado y por otro tenemos el domingo.
No es cuestión de un día, es asunto de a quién servimos. No es cuestión simplemente de obedecer a Dios, sino de seguirlo.
¿Le gustaría hacer la decisión de consagrar su vida a seguir la verdad de Jesús, en vez de aceptar las tradiciones de los hombres?
Por qué no le dice a Jesús ahora mismo, que usted lo seguirá en todo. Acompáñenos a estudiar de manera detallada este estudio con el Pr. Frank González
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Excelente